domingo, 30 de septiembre de 2012


El lenguaje de las flores


Tras esta primera semana otoñal llena de lluvias, vamos a intentar divertirnos con el lenguaje de las flores. Más de una vez me han preguntado, mientras hacía un ramo, que qué significado tenían las flores que estaba utilizando. Y mi respuesta era sencilla: dependiendo de la cultura y tradiciones de cada sitio las flores pueden tener significados negativos o positivos, o dependiendo de quién regala las flores. No es lo mismo el amor de una madre que de un@ novi@. Sin embargo, todo el mundo está de acuerdo en que la rosa roja significa amor...Pero ¿cuál es el origen del lenguaje de las flores?

Algunos piensan que surgió en la época victoriana para que los amantes se mandaran mensajes secretos. Más o menos como el lenguaje del abanico pero con más colores y perfumes...Durante esta época surgieron muchos libros “florales” que bebían de tradiciones populares, almanaques, calendarios, etc. Realmente el lenguaje de las flores se basa en una mezcla de mitología, folklore, literatura y las características de cada planta: los herbarios, el lenguaje de las flores en las culturas orientales...Y más que usarlo los amantes para comunicarse, lo usaban los poetas, escritores, pintores para reflejar sus ideas y sentimientos propios. Las rosas amarillas no significarían amistad para todos. Algunos la asociarían a los celos o a la infidelidad.



En el siglo XVIII se publicaron en inglés varias obras que trataban sobre el lenguaje de las flores: Aubry de la Mottraye, que visitó al rey de Suecia Carlos XII en su exilio en Turquía, y Lady Montagu, que acompañó a su marido a su nueva embajada en...Turquía. Parece ser que los turcos usaban las flores como reglas nmemotécnicas para asociar conceptos e ideas, de ahí que se creyera que el lenguaje de las flores naciera allí. De ahí se empezó a expandir por Europa con traducciones también al francés y luego por Estados Unidos gracias a, entre otros, Constantine Samuel Rafinesque un naturalista franco-americano y a su columna semanal en un periódico en la que describía botánicamente la planta, su nombre en latín y su traducción al francés e inglés. Y lógicamente, todo esto influyó en la literatura. Muchas autoras americanas empezaron a incluir poemas con significados de flores, sus propios libros de flores para la casa e incluso un libro para adivinar el futuro con flores!!

Con el paso del tiempo y los cambios en la sociedad, el lenguaje de las flores fue decayendo. Se siguen regalando flores pero con la variedad de significados que puede tener una flor, realmente es difícil que el lenguaje de las flores resurja.
Las imágenes son de libros antiguos ingleses con el significado de las flores y poemas relacionados con las flores. Espero que os gusten!
 
Pero siempre viene bien tener una cierta idea:

La rosa roja significa amor, la rosa color lavanda, “amor a primera vista”; la azul, “misterio, obtención de un imposible” (la rosa azul no es tan frecuente, de ahí este significado); la rosa blanca, “pureza, inocencia, humildad”; la rosa color naranja, “pasión”.




 
El clavel amarillo, “desdén” (se ve que el color amarillo tiene connotaciones negativas); los listados “negatividad”; los rojos, “amor”.

El ciclamen, planta de esta época y que da mucho color, “timidez” (a lo mejor por la forma de la flor, como mirando hacia abajo).

El geranio, “piedad constante”.

La hiedra, “fidelidad”, seguramente por cómo se enrolla en algunos árboles.

El lilium blanco, “dulzura, pureza”; el amarillo, “falsedad” pero también “alegría”.

La magnolia, “respeto por la naturaleza”.

El girasol, cuando está alto, “arrogancia” pero cuando está bajo, “adoración”.

El nardo, flor de estas fechas, “placeres peligrosos” (lo dejamos a la imaginación de l@s lector@s).

El romero, “recuerdo”.

El granado, “locura” y la granada, “resurrección” o “fertilidad”.

La dulce lila, si es blanca “primeras emociones amorosas”, y si es lila, “inocencia juvenil”.

Cada un@ le puede dar el significado que quiera. A mi me encantan las flores amarillas porque dan mucha luz, algo totalmente contrario a los significados negativos que suelen tener las flores de este color. Tengo una amiga a la que le gustan los iris que significa “mensaje” pero a lo mejor ella lo relaciona con otras situaciones y no ve ese significado. Lo más importante es que penséis en las flores que más le guste a la persona a la que regaláis el ramo, no en lo que supuestamente signifique.

Terminamos con una cita de la obra Doña Rosita la soltera o El Lenguaje de las Flores de Lorca:

-”No te querré mientras viva”, dice la flor de la albahaca.

-”Soy tímida”, la violeta.

-”Soy fría”, la rosa blanca.

Dice el jazmín: “seré fiel”, y el clavel: “¡Apasionado!”.

Buda decía que una flor recoge en su seno todo el ciclo vital y que es la personificación misma de la perfección. Por eso que cada persona le dé el significado que quiera, lo que para ell@s sea la perfección.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Ikebana


IKEBANA

El ikebana es el arreglo floral japonés cuya traducción sería “dar vida a las flores”. Esto no quiere decir que “ayudemos” a las flores a mostrar todo su esplendor, si no que las ayudamos a que se muestren de una forma distinta a la que tienen en la naturaleza. También influye el estilo que elijamos y nuestra propia inspiración. Hay varias escuelas de ikebana pero todas nacen con la idea de honrar a las flores y a las deidades búdicas. En la escuela ikenobo los elementos básicos del ikebana son el centro (rectangular, cuadrado, jarrón, siempre de cerámica) que pueden ser blancos o de color (hay que tener esto en cuenta a la hora de elegir las flores), el soporte o kenzan (un fijador de pinchos de metal, cuadrado, redondo, de media luna…) y por supuesto, las flores y las ramas. La estructura del ikebana es sencilla: una rama de una altura y media del diámetro del recipiente, una más baja (3/4) y las flores (1/2 altura). La longitud real del material tiene que estar en armonía con la figura, el color y el peso del recipiente. La rama más alta, shin, constituye la línea principal (en otras escuelas se la considera como “el cielo”); la siguiente, soe, representaría a los humanos, y tai (las flores), representa la tierra. Para complementar el arreglo se usan flores más pequeñas como solidago, paniculata o estatice y se sitúan en una posición un poco más baja que las flores principales. A esta parte del arreglo se le llama ashirai. Con la idea de la estructura más clara, otra parte esencial del ikebana es la elección del material. El shin y el soe pueden ser ramas de camelia (que pueden durar meses en agua), tuya, ruscus, salal…A veces necesitaremos darles más movimiento a las ramas (más verticales, más curvadas) y ésto se consigue con tranquilidad, paciencia, las manos mojadas y arqueando las ramas con los pulgares. Si se eligen camelias para esta parte del ikebana, que sea sin capullos y con las hojas limpias y lustrosas. Para el tai valen casi todas las flores: margaritas, crisantemos, liliums, tulipanes, iris, lisianthum (parecidas a las rosas pero mucho más delicadas)…Se pueden elegir camelias a punto de abrirse pero nunca abiertas ya que se considera de mala suerte o mal augurio. Y el número total de ramas más flores no puede ser 4 porque la pronunciación de este número y la de la palabra ‘muerte’ es prácticamente igual…y aunque el ikebana sea un arreglo efímero, queremos destacar la belleza y la vida de las flores pero no la idea de la muerte. El ashirai, como hemos dicho antes, puede ser paniculata, solidago, estatice o cualquier flor pequeña o ligera. Todos estos componentes se irán clavando en el kenzan: primero el shin, luego el soe, el tai y el ashirai. Para cortar los tallos, se debe hacer dentro del agua ya que así no se pudren porque no entra el aire (esta técnica también vale para los arreglos occidentales o cualquier ramo).

Hay varios estilos de ikebana pero los más corriente son el moribana, que se hace en centros normalmente cuadrados o rectangulares (casi siempre bajos pero a veces hay centros un poco más altos, tipo jarrón), el nageire que se realiza en jarrones y donde no se usa el kenzan sino 2 ramitas en la boca del jarrón en forma de cruz. Es un estilo un poco más difícil porque hay que cortar bien las ramas para que se sujeten a las paredes del jarrón. Este estilo se usa más para poner el arreglo encima de una mesa alta o frente a una columna.









Otro estilo es el jiyuka o estilo libre, más occidentalizado y donde se pueden usar otros materiales. Dentro de estos estilos hay distintos modelos: en cascada donde el shin y el soe se colocan casi de forma horizontal; el suitai donde el shin es casi horizontal y el soe un poco más vertical.






El ikebana se tiene que hacer directamente en el lugar donde se va a exponer ya que es muy difícil transportarlo, porque aunque se clavan bien las ramas, se pueden mover en el transporte. Una vez hecho el ikebana, es muy fácil mantenerlo ya que sólo necesitamos comprobar el nivel del agua: los tallos siempre tienen que estar dentro del agua. También se puede hacer el ikebana con esponja de florista pero aquí hay que tener muy claro dónde y cómo van a ir las flores porque una vez agujereada la esponja, es más difícil componer el arreglo. Pero nunca se debe hacer con flores secas o de tela porque iríamos en contra del espíritu original del ikebana.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Plantas y aire limpio: una relación perfecta



Con poco dinero puedes mantener el aire de casa y de la oficina limpio y libre de malas energías y humos. Que las plantas siempre han purificado el aire se sabe desde hace tiempo. Plantas sin flor como el ficus, las palmeras o los potos, bien regadas y pulverizadas, nos ayudan a mantener el aire de casa y de la oficina más fresco y a eliminar las radiaciones del móvil, televisión o cualquier aparato electrónico.

También nos ayudan a contrarrestar los efecto de ciertos productos químicos. Por ejemplo, el benceno que se encuentra en pinturas, plásticos y cualquier elemento decorativo, se contrarresta con plantas como la drácena, el espatifilo o plantas con flor como la gerbera o el kalanchoe. Colocadas en una estantería o encima de una mesa, no sólo decorarán sino que tendremos el aire más limpio.

Para l@s que todavía no habéis dejado de fumar, tener estas plantas cerca de vosotr@s os ayudará a respirar mejor pero ¡recordar que tenéis que regarlas y pulverizarlas!

Durante mucho tiempo se creyó que tener plantas en el dormitorio no era bueno pero al igual que en el resto de las habitaciones, ayudan a tener una atmósfera más limpia y fresca. Una planta perfecta para esta habitación es el espatifilo porque, aparte de limpiar el aire, transmite paz y tranquilidad por su forma, por las flores y las hojas. Además, en plena floración, desprende un suave aroma que ayuda a relajarnos.
 

Las casas u oficinas enmoquetadas son buenos focos de ácaros, electricidad estática, etc. Y de productos como el xileno y el tolueno. Un buen potos o una kentia a la entrada de la oficina ayuda a eliminar todas las energías y cargas negativas. La senseviera también es perfecta. No da flores, es dura, es de poco riego y es muy sencilla de mantener. Si queréis una planta con flor que cumpla todos estos requisitos, la azalea es vuestra planta. Necesita un poco de luz, riego normal (2 ó 3 veces a la semana) y limpieza a medida que se le vayan cayendo las hojas. A ésta no hace falta pulverizarla.
 

Realmente cualquier planta limpia y purifica el aire y ambiente de todo tipo de estancias. Pero si hay algunas plantas específicas que lo hacen mejor que otras, ¿por qué no aprovecharlas y dejar que nos cuiden?

domingo, 2 de septiembre de 2012

Recuperar las plantas tras las vacaciones


¡Bienvenid@s al blog de “La Floreria”! Os acompañaremos semanalmente con ideas, consejos, novedades, historias, etc. relacionadas con las flores y plantas.

Hoy vamos a hablar de cómo recuperar las plantas tras las vacaciones de verano. Si hemos tenido la suerte de que alguien las haya cuidado en nuestra ausencia, nos podemos encontrar con que estén en buen estado o bien un poco mustias...

Si es el primer caso, ¡felicidades por tener un@s amig@s o familiares tan cuidadosos! Ya sabéis a quién dejar las plantas la próxima vez...

Sin embargo, si nos hemos encontrado las plantas un poco mustias puede ser porque las han regado poco o bien han querido comprobar que las plantas nadan con tanta agua...Un error muy frecuente que cometemos cuando vemos una planta muy seca es regarla mucho de golpe. Es mejor regar un poco todos los días (o cada dos días) que ahogarlas. Si son plantas como el anthurium o spatyphillum, aparte de regarlas hay que pulverizar sus hojas. Al cabo de 3 ó 4 días habrá vuelto a su estado natural. También es importante quitarle las hojas secas y flores muertas para que recupere las fuerzas. Lo mismo pasa con lo helechos, potos, chamadoreas, etc. Poco a poco se irán recuperando con un poco de luz y paciencia. Recordad que es mejor que pasen un poco de sed a morir ahogadas...

 

Si las plantas son violetas o cyclamen, ponerlas en un plato hondo o cuenco con un poco de agua para que las plantas la vayan absorbiendo. Es importante que las reguéis de esa manera, nunca de la manera tradicional (por arriba, donde las hojas) porque se pueden pudrir las hojas, los tallos y se puede llegar a morir. Para mantenerla húmeda podéis poner guijarros en plato y encima la maceta. Podéis hacer esto una vez a la semana o, como mucho, 2 veces.



Que las plantas están con poca fuerza y los tallos muy blandos o, incluso, algo podrido...síntomas de exceso de agua. Los pasos para recuperar la planta serían quitar todas las hojas y flores blandos o podridos y no regar la planta durante, al menos, una semana. Si son plantas a las que les gusta el sol, dejarlas al solete y cuando veáis que la tierra está seca por arriba y por dentro (meter un poco el dedo para comprobarlo), la podéis regar de nuevo pero con poca cantidad de agua. Si son plantas que prefieren un poco de sol, las tendréis que dejar sin regar un poco más. Si la tierra, o compost, sigue húmeda y le echáis más agua, al final terminará por morir.

Normalmente las plantas se recuperan. Sólo necesitan tiempo y saber que los dueños han vuelto a cuidarlas.

En el caso de que todos estos auxilios y ayudas no sean suficientes y la planta esté a punto de morir, un remedio urgente es cambiarla de maceta con tierra nueva y más seca. Tened cuidado con el cepellón (donde están las raíces) y mezclarlo bien con la tierra nueva. Si es planta que necesite sol directo, ponedla bajo los rayos para que se anime. Regad pasados unos días. Es una buena forma de recuperarla y de que crezca más fuerte.

Que después de esto no hay manera de recuperarla...decidle a vuestr@ amig@ que o regale un par de plantas para que os recuperéis del planticidio...